Ahora queda en mi presencia pedazos de recuerdos felices que hacen que en mi memoria se formen desilusiones, y ahora lo entiendo, ya nada es como antes, el tiempo se roba momentos sin que uno se de cuenta, y luego te deja llorando por aquello que perdiste, aquello que no volverá, aquellos momentos gratos que tu vida pudo disfrutar; y lo sé, murieron los buenos momentos, aquellos momentos que más nunca volverán,momentos en los cuales destacaron personas tan importantes que también el tiempo se llevo; ya nada es como antes, ahora solo quedan otro tipo de momentos; ¿que habrá sucedido?, todo esto fue un cambio radical al que no logro acostumbrarme, siento que me quitaron un pedazo vital en mí; es tan triste y es desesperante, no encuentro las piezas para armar este rompecabezas, mi vida es un rompecabezas que quedo destruido, sin piezas esenciales; todo ha cambiado y el cambio se nota, los días no los paso igual, pasan tan rápido que ni me doy cuenta de que es lo que hago, ¿a qué dedico mi vida?, siento a la monotonía cada vez más frustrante, siento que la rutina está arruinando mi vida, mis momentos y mi felicidad. El tiempo pesa y es tan frágil como un cristal, y todo lo que viene fácil se va.
El tiempo se lleva todo y ahora no queda ni un segundo de él; el tiempo se va, como se van las sonrisas, como se fueron los momentos y como se irá la vida, mi misma vida, esfumándose como el polvo y las cenizas... Y ahora, ya no me queda nada.
El tiempo se refleja en nuestro cuerpo y en nuestra historia, pero no nos damos cuenta que se ha acabado sino después de haber mirado hacia atrás.