14 de marzo de 2015

Persiana dorada

Hoy voy a dejar que me enjuicien los dedos de persianas
con vista penosa a un par de sombras
que quedaron a la izquierda de todo

Voy a caminar hacia la jaula de oro 
porque no querrías que fuera de otra forma
Una jaula de oro siempre abierta
Una jaula de oro que huele a mar de madrugada

Ya lo sabemos
Si yo dejé caer el puente
y salí corriendo mirando atrás
con el cabello disimulando el rostro desfigurado,
por lo que había dejado
por lo que había cantado

Y lo que había bailado
hoy lo mancho
y lo cubro y le digo adiós
y me callo

Porque pensaron que había ganado
al mirarme con el trofeo en  manos
cuando yo sabía que lo había perdido todo

Y hoy no lo entiendes,
ni los rezos obsoletos
tampoco los misterios
de cuando supe que nunca iba a funcionar 
la alquimia de los versos