21 de enero de 2015

Vals apocalíptico

Cuántas veces debe disculparse un alma
por sus actos

Que me perdone el mundo si caigo
sobre la mejor cosecha.
Que me perdonen
mis propias manos
las verdades enjauladas
los engaños
lo innecesario
el abismo de mi sombra

Que me perdones tú
y aquel ticket evitable
y me perdonen mis pies
que caminan y se lanzan
y también saltan
lejos del sueño filarmónico
al borde de labios y soles

Que me perdonen las pausas
las comas, los puntos
tus comillas, los silencios.
Las interpretaciones apresuradas
la apocatástasis tardía

Que me perdone yo misma.
El adiós al mismo sol
que derritió sus labios
las mentiras enjauladas
la honestidad
lo necesario
el abismo de tu sombra

Y que me perdone tu mundo
y el mío
y la cosecha que se pierde
intacta en la atmósfera
de un suspiro contenido. 

11 de enero de 2015

Epítome

Taciturno en Saturno
Una rima estúpida
No entiendo tantas cosas

Desde la ventana, inmóvil,
te tomó el tren mas magnético
de todos los agujeros negros divinos que existen

Pudiste haber volado,
haber huido como siempre
Sucumbir bajo el campo inflexivo
Pero las manecillas giraban el cambio

Por algo apostabas al cambiarte el sombrero
mientras sonaba la misma moneda cayendo una y otra vez
para complacer tu capricho

Por algo apuestas a la costumbre
Aunque le temas al tiempo
y a sostener con tus manos el mismísimo sol y tus restos
quién sabe por cuánto

Hasta que todo pase,
hasta que se evapore la verdad,
el sol,
tu mismo

Taciturno en Saturno
Una rima estúpida
No entiendo tantas cosas