12 de diciembre de 2013

Resumen de noticias


1:35 am

Pantallas desalmadas que no se encienden ni traen noticias.
Inexistencia de milagros, ni sonrisas provocadas.
Insectos que tararean la soledad.
Pensamientos de tipo corrosivo en todo el torrente sanguíneo.
Unas cuantas preguntas que no se resuelven con telepatía.
Una duda: ¿No vendrás más?
Una verdad: No estás. 

Abstraccionismo espiritual

La pintura que está en este salón tiene hojas y flores como de un metro. Me siento pulgarcita. Me gusta ese otro que está por allá, parece el típico paisaje de los impresionistas con esas damas de espalda con sus trajes majestuosos del siglo XIX, pero ni tan impresionista es, no tiene las pinceladas perfectas que lo caracterizan.

La habitación está fría, la luz también es fría y hasta mi saludo simple con los labios a un señor que llega. Sé que tengo que distraerme y así evitar divisar ciertas memorias, ya saben, esos pensamientos un tanto corrosivos.

Es curioso, las dudas siempre aparecen aunque esté abstraída mirando esa columna blanca -y sucia en su parte inferior por la rutina, supongo- porque aunque la miro sin más, de repente recuerdo que alguien no está, y la columna nada tiene que ver con eso.

Me siento gris, quizás por el lugar que también lo es, excepto por el cuadro de flores de tamaño Coliseo, que aún me sorprende y eso que no es la primera vez que lo veo. Espero que el artista haya celebrado su venta
. Tuvo suerte de vender sus tres cuadros, porque es una secuencia. Vang Gogh sólo vendió una en toda su carrera y eso que fue un genio.

Hay tres cuadros cinéticos dispuestos verticalmente. Siempre me pareció curioso el juego del ojo con el cerebro, los colores, todo ese mecanismo misterioso.. Sí, sé que no todo es como parece, y también sé que el color es una mentira, es tan relativo, como todo.. Recuerdo además que dijiste algo en contra de mi forma de ver la vida. No crees posible eso de que nada es cierto, de que no existe una verdad absoluta ni de que todo sea relativo. Te llevé la contraria, siempre. Me encanta hacerlo, y lo volvería a hacer porque me encanta escucharte hablar, me encanta escuchar tus argumentos, escuchar como te defiendes, como un soldado, aunque nada de sus disciplinas tienes.

Creo que mejor no hablo de ti, no porque no quiera, ni porque no sepa como desenvolverme, al contrario, pudiera extenderme como las cadenas nacionales del presidente, y escribir un poco de tu hiperactividad y un poco de tu espontaneidad, de tus habilidades y tu independencia, pero lo que evito es pensarte y nadar a fondo de ese abismo en el que caigo cuando te aparezco.

A uno le encanta hurgar donde no debe. Defecto de proyecto, supongo (Dios, esto es contigo). 

23 de noviembre de 2013

El parlamento de los monos

Reivindiquemos el derecho de los monos, ellos tienen con qué..
Valen más que aquellos que tienen el poder siendo una especie inferior disfrazada, mentirosos
Son más natos los monos, más sinceros; además, no hablan y no nos caerán a falsos discursos

No más simpatizantes del partido demócrata, republicano o socialista
No más bien ni mal, no más religiones
ni futuro ni memoria, ni pronósticos del clima
No más falsos pacifistas ni malcriados
Siempre nos caen a coba, son lo mismo y terminan fanatizados
Ni van al punto de la realidad que predican, ni al bienestar que predican, ni nada de lo que predican, predican, predican, sólo predican... ni la mejoría que prometen

Ni siquiera son simpáticos, lo monos sí... y yo cuando me baño o cuando no me tropiezo con gente abstraída en su egoísmo puro.

Benditos los monos.
Andan desnudos, no lidian con idiotas parlanchines ni cumplen leyes obsoletas
Y pensar que los comparan con nosotros, los humanos, cuando ni ellos se calarían el mandato de un colega déspota

Por cierto, la psicología... La psicología me frustra, me agobia su mecanismo de dividir en grupos
con sus estadísticas y su categorización porque mucha gente piensa igual, actúa igual
No me gustas, pensamiento colectivo, NO.
A no ser que sea para crear una ola a favor de los monos..

Deberían volver los tiempos en los que aun se podía innovar y no bastaba con copiar
Todo sistematizado, modelos estándar.
Esto no encanta. Apesta, molesta ¿Ya dije que no encanta?
En cambio, encanta el hecho de que el color no exista
encanta la absurda e irónica cultura de vida, la vida.. la vida misma
y más encanta la muerte

Es tan atractiva la relatividad ¡Gracias Einstein!
Sin embargo me agobia, como la psicología, la saliva y los déspotas
Es hora de derrocar a los NO cuchis y de abolir la inferioridad de los monos

¡Que vivan los monos!
Los matrimonios con monos,
la libertad de los monos,
los monos chef y arquitectos
y los presidentes..
Hasta los monos terroristas tendrían más carisma.

27 de octubre de 2013

A-cerca de ti

Te vi borroso
No recuerdo la camisa que llevabas,
a penas recuerdo los lentes

Era de día y tu piel era blanca
Sé que te vi durante pocos segundos
Pero te miré mil veces
Mil veces sin pestañear, ni voltear

Sé que eras tú y no cualquiera de esos rostros
en los que revives
ni los que te copian
O en los que yo te copio, sin querer

Te miré, como se miran las cosas hermosas
Y te recuerdo borroso, pero sé que eras tu,
sé que eras tú...
Porque brillabas.


10 de octubre de 2013

Aman, amamos


Cómo aman los locos, los pobres, los que mendigan, los que van de puesto en puesto pidiendo algo de cariño, suplicando. Cómo aman los solos, esperando, siempre esperando y quedando aún más solos. Cómo aman los olvidados, detrás de las sombras, cómo aman los desventurados...

Tanto aman que quizás no aman. Tanto guardan en su alma agujerada por la tardanza que se sienten agotados. Tanto aman como desesperados que entre la angustia, una triste melodía y algún verso de Neruda, se quedan a oscuras, amando... como locos. 

Bab el-Mandeb

"Quizás amaba demasiado volar sin rumbo y cuando estaba cerca de ser capturado, explotaba, saltaba hacia otras latitudes, siempre sin avisar"

El veneno, el mismísimo veneno de la soledad le era tan tentador, tan adictivo que lo bebía en exceso día y noche, mientras este carcomía sus entrañas, su mirada y su alma, que poco a poco se desvanecía, se desmoronaba como una montaña de arena; se desvanecía como cualquier estructura en ruinas.

Pero les mentía a todos y sonreía, y decía amar así como acostumbraba a "estar por estar". Dejaba sus pedazos caer sobre los corazones que conquistaba y ante sus sombrío estado, ante tantos bosques desiertos de amor y tanta soledad, se resignó a ser o a seguir siendo y decidió desaparecer...

P.D: Bab el-Mandeb es un estrecho marino que une al Mar Rojo con el Golfo de Adén y en árabe significa «la puerta de las lamentaciones». 

27 de septiembre de 2013

Sobre las hojas de otoño

Luego te fuiste,
no te detuviste..
no volviste,
ni apareciste

Sin tan siquiera una mirada
una simple mirada
hacia atrás

Luego regresaste
quizás,
pero sin regresar como tal
ni total

¿Y para qué?
sólo para brillar, nada más
intermitente
fabuloso
tan efímero como siempre

Y volví a quedar una vez más
sin tu fuego, sin ti
sin tus aires
y yo, volátil...
como siempre. 

12 de septiembre de 2013

Ni migajas de ..


"Entonces, allí estaba la Luna: Desangrada, gimiendo con ojos desconcertados mirando a su asesino: El hastío. En sus últimos minutos cuestionaba tantos años de existencia, tantos malditos años para terminar plasmada en infinitas ventanas de mierda, alumbrando a fantoches incapaces, desmotivados, buscando alguna ilusión en cualquier rincón, cualquier altitud.

Y allí estaba ella, cambiante.. como muerta, atada a lo que le tocó ser".

"

31 de agosto de 2013

Conclusión # -1: Querer no es poder


Es un huracán. Con una fuerza magistral arrastró todo, se llevó por delante miedos, sueños, sentimientos.

Se convierte en impotencia el creer que te pude tener, vencer al tiempo.. Recuerdo que soñamos juntos, conjugamos tantas veces los verbos en futuro.

No me alegro de cómo está todo en ruinas, y a pesar que existen admiradores de la historia y de las ruinas griegas, no creo que ningún turista se atreva a fotografiar todo esto como quedó. Sé que fuiste real y quizás por eso te sigo extrañando en el café del desayuno, en las películas y en las obras de artistas.

Te extraño cuando el sol me advierte que está para playa o cuando la luna viene llena, o en la llamada inexistente de las 10.

Olvidé tantas cosas a tu lado y aprendí un montón más. Trataba por todos los medios que el tiempo se alargara para estar a tu lado lo máximo que se podía porque no me quería separar.

¿De que te quiero?: Un millón y más.

Y lo sé, eres golondrina y estrella fugaz, y pasas tan veloz que mientras te veía y pensaba que te tenía, pedí mil deseos y que te quedaras permanente. Deseos de convertirme en estrella para viajar contigo a millones de años luz y compartir contigo la eternidad. Deseos que no mueren ni por las amenazas de la ley de gravedad. 

El círculo vicioso de los amantes frustrados

Es bien obvio. Cuando quieres a alguien, no ves la forma de estar con otra persona que no sea esa, por lo que ignoras a quien quiere tenerte, quererte y estar nada más contigo.

La persona con la que quieres estar, a su vez está cegada por alguien más, con la que quiere estar y querer y no ve forma de estar con otra persona por lo que ignora a quien quiere estar con él/ella, en ese caso a ti... O más personal, a mi.

Entonces, qué fin tiene una cadena de tontos frustrados queriendo querer  al que no se deja querer por querer que lo quiera alguien más. Y así estamos todos, enrollados, ignorados, deseando amor.

Si se ve desde esta perspectiva, ya veo que si es suerte cuando dos personas están juntas y se quieren... Ya lo entiendo.


Esto me hace pensar que por qué debo estar así, por qué simplemente no me quiere a mi y basta de infinitos ciclos. Es triste querer de esta manera, pienso que deberíamos descomplicarnos y que nos atrevamos. Pero luego pienso en él, que le pasa lo mismo que a mi, deseando tanto como yo a él a esa chica, amándola de lejos y cuestionándose por qué no estar juntos y por qué no lo quiere.


El problema básico es no querer estar con más nadie sino con esa persona.. Entonces lo entiendo a él y me pongo en sus zapatos y en su corazón triste, y así lo comprendo ¿Cómo juzgarlo? ¿Cómo obligarlo? 

3 de agosto de 2013

Trip

No era ninguna novedad que ya no estaba. Me había acostumbrado en viajar en el tren de la memoria.. Me había memorizado todas las rutas, las calles, los paisajes.

Aún sabiendo que los tiempos que pasan no regresan, repasaba a cada rato el pasado. Lo repasé miles de veces intentando hallar una pista, un hallazgo del porqué se marchó. Se podría decir que me convertí en una empedernida de las ciencias del pasado, de la historia y la física. Buscaba a toda costa un pequeño detalle, una excusa en realidad.


Luego de haber repasado centenares de veces el pasado, andar en tren día y noche y andar en vigilia en una sucesión indefinida de recuerdos, llegué a la conclusión de que no existe ninguna pista, sólo existe un hecho, el hecho que lo determinó todo: No le importaba. 

7 de junio de 2013

Jalea de lunas dedicadas

Les voy a contar una historia, no es algo convencional que escucharán de cualquier cuerdo, no.. Es real, se los digo de antemano, porque como dijo Picasso "Todo lo que se puede imaginar es real", entonces no cabe duda alguna.

Hace algún tiempo, no mucho o quizás aún sucede, yo, nostálgica miraba al cielo como si algún astro o algún  pedazo de la galaxia fuera a venir a abrazarme y a consolarme. Miraba intensamente, con cara de gato. Necesitaba que el silencio trajera algo bueno, una cura quizás. Varias veces me fui a dormir sin logro alguno, sin victorias.

Necesitaba compañía, y me apasionaba la posibilidad de charlar con la luna. Sé que unas cuantas veces, ella me miró desde arriba, sonriente, como si se burlara de mis penas. No entendía por qué actuaba así. Otras en cambio, note que la luna se asomaba para verme, mientras charlaba con las estrellas. Una de ellas se acercó -Era hermosa, brillante, casi me cegó- y me dijo que la luna les contaba sobre las miradas desoladas que más la habían conmovido durante todos los años de existencia, y entre esas, una era la mía. Yo sólo mostré una sonrisa confusa y tímida. Me enloqueció la idea de que sí me notaba, y veía tan cerca la posibilidad de charlar con ella.

Hubo una vez que llegué a mi cuarto irritada por los gritos de mis neuronas, ¡no paraban! me sentía frustrada puesto que todo parecía ir mal, mi profesión de caótica era cada vez más congratulada, así que llegué directo a la cama y recuerdo que esa vez la noche entró a mi cuarto, pero la ventana era demasiado chica como para que entrara la luna. Miro desde lejos y se fue, yo me quedé con la noche, más sola que nunca.

A la mañana siguiente, encontré una nota que decía: "Te espero allí. Cruzando a la izquierda, dos metros después de un asteroide sin nombre, en el medio de la nada. Verás que da una espectacular vista a tu casa"... ¡ERA LA LUNA! Me había escrito, quería verme, hablarme. Estaba tan contenta que por un momento olvidé el grito de mis neuronas y el Trinitrotolueno que corría por mis venas. Fui feliz.

Sin más, esperé a la noche ansiosa, impaciente. Cuando llegué, corrí, volé, salté, me tropecé con los hombros de varias estrellas, muchas nebulosas se me atravesaron, pero eso no hizo que me estresara, pues era más grande mis ganas de llegar hasta ella.  En el camino, recuerdo que crucé del lado equivocado y me quemé con los rayos del sol, no importó, la adrenalina era mejor. Volví de nuevo al camino correcto, recuerdo que la vi a lo lejos, estaba sentada, yo me apené pues me había demorado un poco, pero ambas intercambiamos sonrisas más inmensas que la galaxia.

La conversación, un café, y la vista espectacular de mi casa, era una vista panorámica que daba directo a mi ventana, casi que me podía ver a mi misma asomada en la ventana de tanta rutina que llevaba.. Me contó de sus amigas, de las otras lunas de Júpiter y me confesó que varias veces ellas le hacían la suplencia de alumbrar las noches en la Tierra mientras ella paseaba por otras galaxias, quedé atónita con aquella revelación.

Me contó que tanto le dolía mi mirada, como tanto le habían dolido las miradas de millones de personas en todos los años de existencia, pero no podía entrar a los cuartos de todos los desolados, alucinarían y su lugar era el espacio. Yo la comprendí totalmente.

Me dijo que ya era tarde y debía irme, yo le reproché, pues el tiempo no existe y menos en el espacio, o eso creo. Ella insistió, pues yo vivía en la Tierra y acá nos regimos del tiempo. Me despedí de ella mientras notaba su rocosa piel, sus cráteres que pensé que podría haber sido porque en algún tiempo sufrió de acné, pero nunca me dejó de encantar en ningún momento. Volví a mi cuarto y cuando me asomé por la ventana ya se había ido y todo empezó a aclarar de unos colores de amanecer que jamás había visto.

Seguí con mi rutina, estaba un poco molesta. No quería seguir en la Tierra así que fui a la montaña y grité ¡Que se caigan las estrellas y tú te caigas con ellas! Estaba furiosa, todo iba mal. Quería seguir paseando por la galaxia entera, hablar con la Luna, jugar con las estrellas..

Esa noche, llegué a mi casa muy molesta conmigo, con el Universo, con todo, el grito de mis neuronas no me permitían escuchar lo que pasaba a mi alrededor, pero de pronto escuché un sollozo, un llanto. Entré a mi cuarto, puesto que el sonido venía de allí y fue cuando encontré a la Luna desangrándose en mi ventana... Entre la angustia y los nervios me acerqué, intenté ayudarla pero ya era muy tarde. La luna había muerto.
Fue el funeral más triste al que haya asistido en toda mi existencia..

Nadie nunca lo supo, pero en silencio yo sabía que la culpa era mía. Aquella vez que grité en la montaña que se cayeran las estrellas y ella también, mis palabras fueron demasiado fuertes, y lo comprobé porque la noche siguiente de su muerte encontré pedazos de estrellas regados por toda la calle. Era mi culpa, fueron mis palabras.

Así comprendí que las palabras son de púas, hieren, matan, y siguen teniendo efecto a millones de años luz de distancia. 

1 de junio de 2013

Atentado

Ya sanaste, 
ya sanaste ¿Al fin?

No sé si es un acto de satisfacción
o un hecho de celebración
Te recuerdo aun
te recuerdo en las tardes decembrinas,
en los muebles frente al televisor
y en las conversaciones reflexivas. 
Te recuerdo con nostalgia,
como se recuerda la visita a un enfermo
y como se siente cuando ya este ha muerto
Sanaste, es cierto, 
pero, a veces
dueles como una mala noticia.
Duele el "no más"
Duele el "más nunca"
Duele el "adiós, la despedida..
La caída"
También lo sabes.
Sólo soy una fotografía que se borró
los dos últimos dígitos de un número de teléfono 
que recuerdas por costumbre
Un nombre que retumba 
si me mencionan
Un cabello despeinado que parece desafiar
las leyes de gravedad
No más que un suceso
que como todo, pasó
quedó.


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No hay nada, lo sé
No hay nada más allá
Aunque sé
Lo hay de todo

Lo fugaz, aquello que vuela y con una fuerza fuera de lo convencional, lo natural, burla la gravedad.
Aquella la que nos ata, la que nos limita y hace más fuerte la caída.

A dónde vamos, si todos somos moléculas. Cuál es el asilo para los desesperados, ¿Es posible el exilio? O grata la pérdida, la derrota..El tiempo como mismísimo invento nuestro, nos ahorca. Se apaga, y nos acaba, pero siempre apaga primero las ganas.. La mirada.

Cuántas veces observamos con la mirada cristalizada y la sangre congelada, y los sueños sosteniendo una granada a punto de explotar, de el seguro quitar.

Y ni hablar de la agonía que sufre cada nervio y cada arteria al ver circular gas y Napalm, hasta que la bombona se averíe y la decrepitud de la sonrisa se vuelve valiente para mostrar su esquelético físico. Pero aún así, todos se mienten y tras los lentes de la agonía vemos todo normal, hasta dar por costumbre la exacerbada rutina de mentir, adulando a la fantasía para que deje de brillar y hasta morir desangrados por palabras de púas, indiferencia de hojillas clavadas en las venas.

¡Claro! Muriendo con la inseparable excusa de la felicidad, de que todo va bien... Arrodillados ante los textos sagrados y la moral.

No hay más que todo. 

7 de mayo de 2013

Atazagorafobia

Sería una total mentira decir que te extraño cuando el sol ya se ha marchado o cuando la luna está llena y no la estamos contemplando. La realidad es otra, es sorpresivo, más bien, el hecho de echarte de menos.

De repente te extraño cuando me doy cuenta que no estás, que no es muy a menudo porque ando ocupada pensando otras cosas, otras idea; ando en otros ambientes, distante quizás. Pero cuando caigo en cuenta de tu ausencia, ocurre una explosión.

De vez en cuando, quizás cuando me meto muy adentro de mis sentimientos, o cuando salgo de ellos y capto lo que me rodea (Aún no sé) es que lo noto. Te noto más que distante, desaparecido, invisible o como mi taza de café favorita que se ha perdido y no la encuentro por ningún lado. De esas veces en que recuerdo tu estado gaseoso, evaporado, veo hacia los muebles vacíos, llenos de polvo frente al televisor y se me vienen imágenes retrospectivas, como fotos de los dos, ayer o de hace dos, tres cuatro semanas, meses, años. Ya no estás.

Luego, me repito a mi misma como un disco que no se trata de que tú no existas más, sino se trata de que has dejado de suceder, nunca de existir. Y que nada de lo que nace en este mundo, ningún fenómeno deja de existir jamás. Es como la energía, que no se crea ni se destruye, sólo se transforma.

Luego de este raro e inusual suceso, regreso a la misma rutina de ignorar tu falta o simplemente obviarla, y aunque no te haya olvidado aún, quizás esta sea la costumbre por miedo a hacerlo. 

Caja de Pandora