Poema de marzo

Entonces búscate otra

Si, búscate otra, 

una menos como yo, 

una a la que no le importes

y que no se interese

ni por tu bien,

ni por tu corazón,

ni por tu alma

Cuando no estás

Qué fácil se me hace escribir cuando no estás
Se me hace fácil quedarme mirando a la nada,
confundir a la gente contigo,
ver tus gestos en los suyos
Se me hace fácil escuchar el sonido del viento,
mirar el reloj queriendo que vuele el tiempo
Cuando no estás, es tan fácil ver el recorrido de las aves,
hablar con las paredes, sonreírle al recuerdo
Cuando no estás, todo lo demás lleva tu nombre,
las flores te llaman, mis pestañas te buscan
Y es que cuando no estás, se me hace fácil
extrañarte todo y quererte más

1

Me gusta la gente que tiene el coraje
para salvar lo extraordinario,
los que de su último intento
hacen un acto de magia
Me gusta la gente que aunque no parezca,
llevan la galaxia dentro,
y cuando te miran, no te queda duda,
porque de verdad aman
Me gusta la gente que ante las flechas,
ponen el pecho,
los que con sólo escuchar el Canon,
se les eriza el alma
esos que conocen el camino
de regreso a casa
o esos otros que esperan sentados
aunque el miedo les quite la calma
Me gusta la gente que tiene el coraje
para salvar lo extraordinario 

Cuando eres sol

Pero ¿dónde estabas tú?
Y no específicamente en qué
espacio geográfico te encontrabas.
Ya yo conocía eso,
conocía dónde tu maravillosa existencia
con toda su luz se entrelazaba en el espacio.
Estabas allí. Lejos, quizás, pero...
¿Acaso le pusiste a las estrellas mi nombre
y sonreíste victorioso?
¿Acaso dudabas pensando
si fue el viento o fui yo?
¿Acaso quisiste correr?
¿Acaso creíste en las flores?
Porque de ser así, tú, con todas tus alas,
tus aviones, tus globos, tus brillos,
tus gestos, tu alma,
se dirigían directa e infinitamente
hacia mí.