23 de diciembre de 2014

Tonada de la luciérnaga















Todo está bien, dijo la señora luciérnaga detrás de las rejas de costillas frágiles
Todo está bien, decía mientras acariciaba mis entrañas.
Sus ojos tenían tormento pero aún así brillaban
y seguía diciendo que todo estaba perfecto

¡Ah! Ese sol quemaba tanto cada vez que aleteaba,
sólo había aprendido caricias mortales,
retóricas afrodisíacas para arroparse en noches desérticas,
una plegaria ante el desastre

No quedaba mucho del desorden de esas flores que giran
y mucho menos quedaban semillas
La señora luciérnaga estaba segura de que ningún vacío se llena,
sólo se vacían y allí estaba el dilema.

21 de diciembre de 2014

Aleluya














Salmo al estrellado cielo si en pleno derrumbe
aun puedo escribir

Hay tanta bulla, tanta gente y ese calor me congela 
Neva por la idea del tacto fantasmal 

Si eres el piso de arriba
y te conviertes en mas allá

Te transformas a insaciable
espina fría, puente roto estratosférico 

Lejano como todas las cosas bonitas que no existen
y por las noticias, no existirán 

19 de diciembre de 2014

Pimienta, miel y honor

A quiénes les seguimos siendo fieles en silencio, aún en la oscuridad, sin mencionar nombres ni porqués, ni fechas ni pasado, aún enterrado, muerto, ausente.

A quiénes les seguimos siendo fieles por recuerdos, en recuerdos, honores rotos, grandes honores. En manchas, huellas, borrones, espacios no tan vacíos, memorias en todo lo alto aún después de derrotas, batallas, guerras, derrumbes, avalanchas de nieve, calles rotas.

A quiénes les somos fieles aún en soledades filosas, en compañías de Olimpo, en la calle vacía, sola, apartada, aún siendo nada, siendo tan solo nada.

A quiénes les seguimos siendo fieles en cada costumbre adoptada, manía, gusto, tacto que se eriza, sonido que retumba el alma y despierta fantasmas...

Fantasmas a los que les seguimos siendo fieles, en silencio, fieles siempre.

Sabor a mar
















Perdóname
Qué más puedo hacer
Otoño llegó de improvisto, decían, 
pero ya yo lo esperaba frente a la ventana de flores oxidadas
Y juro que no pude hacer más nada
Todo se salía de mis manos
Y mis pies están acostumbrados a lanzarse por barrancos
Hay más vidas,
y lo siento mi amor
Lo siento
Rezaste por mi y te oí
Recitaste mi nombre con tanto amor
Y quizás
aún 
en las noches solitarias de mar,
se oye un susurro en mi honor
Lo siento, ojos de sol 
Ya no te quiero ver morir 
Lo siento
pero ya no hay mas nada que ser aquí
aquí donde los Don se suicidan
Y te doy mi mano
Y le lanzo un beso
pero ni qué ser, ni qué hacer
ya no te quiero ver morir. 

12 de diciembre de 2014

Lamento



Hay algo tan caótico en
esta presencia tan ausente mía,
solo mía.

En las noticias de sus labios sellados me nombran asesina
pero sus ojos me dan la bienvenida
y no me quieren dejar
y yo no sé soltar

Estamos en plena guerra de sol
De quién pierde menos
y quién está más solo
si ellos o yo

Los soldados de sus sueños profundos de mar
me recitan entre largos laberintos
y yo no lo puedo soportar más

Llegan de tierra fértil, primavera
ante una flor de fuego que sonríe para sí
ellos no comprenden
y yo no quiero quemar

Luego, se ponen de truenos, de relámpagos,
se rajan el reflejo con palabras filosas de amor
se cortan los pétalos y se arrancan las semillas

Cansados, tristes, con sus tratos cambiados
se plantan distintos
y desde acá, desesperada, yo los veo marchitos

En nombre de la paz, se abren las puertas del campo
pero sin querer y sin tocar
se prenden en llamas sus manos

Besan y besan el autoengaño que me hace culpable
en un abismo que pinté de blanco
Nadie pensaría que la danza de la risa
destruyera todo con su paso

A veces los campos de flores
son un campo de batalla
por eso mi piel grita que huyamos
aunque siga vivo el caos.