
Siempre resulta curiosa la mentira, tan interesante que pica para hurgar dentro de ella, para luego descubrir que estás abismal, a años charcos de distancia... Lejos, muy lejos.
Qué ingenuo creerse indispensable, sentirse parte de todo, tomarse personal cuando el brillo del sol roza tu piel ajena.
Resulta similar.El mismo fin: Media vuelta, un paso atrás del sol. Allí no tienes velas, así que regresas por el camino azul profundo, descendiendo por la baranda de tonos agudos y melancólicos.
Y vuelves otra vez a tu casa solitaria, diciéndole a Peter que la ventana está cerrada y que en la puerta hay una trampa para ratones, mientras maullas junto a ella el himno de que nada pasará.
Y justamente, nada pasa.
"Todo pasa"
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