3 de mayo de 2012

Átomos de caramelo

Quizás no muchos lo vean de esta manera, pero en realidad todo es física. El mundo, el tiempo, las relaciones, los movimientos, los días, y si me permiten decirlo, aunque me pinten de rara, el amor. Si por un minuto analizáramos bien los detalles entendiéramos. Siempre hablamos de compatibilidad, de que signos opuestos se atraen, y los iguales se repelen, y de mil cosas que a la final desvarían. 

Muchas veces nos golpeamos contra una pared creyendo tantas cosas que se desvanecen. Si nos enamoramos, le empezamos a dar vuelta a la cabeza, sacamos cálculos mentales, ideas, señales en las nubes o en la calle de que 'es tu alma gemela', signos que puedan tener alguna relación de compatibilidad con el ser que queremos, pero luego encontramos disyuntivas: Ella es buena y él es patán, 'LOS OPUESTOS SE ATRAEN', piensas, pero si detallas bien, los extremos son lo mismo, así que por lógica, al ser lo mismo, como dicta la ley de la física: Signos iguales se repelen. Quién lo diría, si todos insisten a simple vista de que son opuestos y se atraen. 

Claro que no siempre es así, por supuesto. Existen miles de opciones o posibilidades. 


No se puede sacar la paráfrasis de los sentimientos ni de lo que sucede. La física hay que llevarla con cuidado para entenderla, es muy complicada, así que mejor se la dejo a los de la NASA, y ya que el amor es tan parecido a la física, pues también se lo dejo a los de la NASA. Pero esperen un momento, si ellos están tan ocupados es sus ejercicios y ecuaciones físicos, químicos, matemáticos, y algo parecido a paranormal, ¿Dónde quedará el amor?.

En realidad se trata de abandonar al amor, porque está en todo, así como la física, y es complicada al igual que esta. Y eso no implica que nadie la practique, al contrario. 

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