27 de febrero de 2014

Manifiesto de la metamorfosis

Atento a esto, mi querido cofrade: Busca siempre otras perspectivas, no te quedes estancado, analiza. Conversa con otras personas con que difieras, arriesga tu acostumbrada melodía, tu disco favorito, los diálogos en los que crees. Despacha el monólogo y dale puesto al "Y si.."

Toma esto, limpia tus ojos de esas lagañas. Mira bien. Pídele a tu vecino que te cachetee y luego hablen de amor. Sé prudente. Busca tu propio criterio. Despójate de todo parentesco con perros falderos, con sanguijuelas, con balas que jamás podrían hablar o con flores inmarcesibles.

Escucha: Cambia tu visión selectiva, lucha contra el analfabetismo emocional, contra la sublevación del ego, contra el conformismo sobrevalorado. Juega a anteponerle a todos sus argumentos el "pseudo" y compara hechos con palabras. Deja los eufemismos para los paroxismos amorosos.

Mírate en un espejo, toma un diccionario y autovalórate.

Pero por favor, nunca seas conformista. No creas en aquellos cuya sombra se asemeja a un perro atropellado en la avenida. No te fíes de miradas vanidosas, ni de falsos discursos o monólogos repetitivos, desorbitados de poder. Quema falsas pruebas, falsos amores y falsos términos.

Aléjate de todo legado envenenado, ¡huye! Que no toquen tu alma. tápate los oídos. Su juego es mesmerizarte con ideas de rencor, de envidia. Con quimeras de igualdad.

El acto más absurdo de todos los tiempos ha sido querer imponer la igualdad de pensamiento..

Así que sal, cambia de shampoo, reprocha lo que te incomoda, pelea tu libertad. No seas cómplice un un sistema obsoleto, ni de trampas, ni mal augurios. Llama las cosas por su nombre. Sé auténtico y sobre todo, sé tu propio líder. 

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