24 de febrero de 2011

Pudo ser y no fue, por ser la vida como es.



Toda una vida por delante, todo un futuro, todo un destino, y de forma tan efímera, tan prematura, y sin poder hacer nada, las cosas llegan a su final, sin poder encontrar una solución, sin siquiera intentar repararlo; tan sólo se va de las manos sin ningún motivo, sin ninguna razón, y sin piedad quizás. 

Dónde queda lo que pudo ser, pero no fue; dónde quedan las sonrisas que no volverán a brillar nunca más; dónde quedan las miradas que nunca más podremos ver; a dónde van los sueños, las ilusiones, los ideales que mueren.. ¿A dónde van las suplicas?.

De qué se trata está vida y cuál es su objetivo, si podemos irnos sin ni siquiera haber sembrado un granito de arena, sin siquiera haber caminado con pies propios... Todo se vuelve tan amargo, tan inentendible, tan extraño.

Aún y cuando todo pudo ser perfecto, se acaba sin explicación. Y realmente por qué buscamos una explicación si igual nunca lograremos entender el por qué se va, el por qué todo tiene un final.


Quizás todo se trata de mantener vivos momentos muertos, momentos que pudieron ser pero que murieron sin motivo alguno, quizás se trata de recordar aquello que siempre quisimos o aquello que pudo haber tenido un gran desarrollo, un gran camino; quizás tenemos que aprender a aceptar y seguir el camino con lo que se fue, con lo que nunca fue y con lo que quizás será.

_._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Momentos que nunca vivimos pero que pudieron ser sentidos, sonrisas que nunca se hicieron pero que pudieron ser admiradas, palabras que nunca dijimos pero que pudieron ser oídas,  miradas que nunca nacieron pero que son recordadas..

No hay comentarios:

Publicar un comentario